De pronto estas palabras
que alguna vez se dibujaron cálidas y claras,
sensibles desde el fondo de mi corazón
se distorsionan y me nublan.

Solo en la penumbra
procuro traer algo de tí con esta carta
y te leo nuevamente
sin hallar más que vacío
y cada vez pierde más sentido
y cada vez mi sangre se enfría mucho más.

Entonces,
desde el papel saltan dismorfas unas palabras
desde lo que fueron tiempo atrás,
ahora como un caldo amargo y en desorden
sin significado, sin calor ni textura
asfixiándo mi pensamiento con lo que ya no existe ...
con lo que no se sentirá jamás.